CGIAR y ‘El Proyecto’
La Fundación Rockefeller, el Consejo de Desarrollo de la Agricultura de John D. Rockefeller III y la Fundación Ford unieron fuerzas para crear el Instituto Internacional de Investigación del Arroz (IRRI) en Los Baños, en las Filipinas.
En 1971, el IRRI de la Fundación Rockefeller, junto con su Centro Internacional de Mejora del Maíz y del Trigo basado en México, y otros dos centros internacionales de investigación fundados por Rockefeller y la Fundaciòn Ford, la IITA para la agricultura tropical, en Nigeria, y el IRRI para el arroz, en las Filipinas, se combinaron para formar un Grupo Consejero global sobre la Investigación Internacional de la Agricultura (CGIAR).
CGIAR fue formado en una serie de conferencias privadas realizadas en el centro de conferencias de la Fundación Rockefeller en Bellagio, Italia. Los principales participantes en las conversaciones de Bellagio fueron George Harrar de la Fundación Rockefeller, Forrest Hill de la Fundación Ford, Robert McNamara del Banco Mundial y Maurice Strong, el organizador medioambiental internacional de la familia Rockefeller quien, como poseedor de la Fundación Rockefeller, organizó la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente Humano en Estocolmo en 1972. Formó parte del enfoque durante decenios de la fundación por convertir a la ciencia al servicio del desarrollo, ha sido llamada ‘El Proyecto.’
Para asegurar el máximo impacto, el CGIAR incorporó a la Organización de las Naciones Unidas para la agricultura y la alimentación (FAO), el Programa de Desarrollo de la ONU y el Banco Mundial.
¿Ingeniería genética de una raza superior?
Actualmente el Banco de Semillas Svalbard se pone interesante. Pero se pone mejor el proyecto de la Fundación Rockefeller y de poderosos intereses financieros desde los años veinte para el uso del desarrollo, rebautizada posteriormente como genética, para justificar la creación de una Raza Superior genéticamente modificada, Hitler la llamaría la Raza Superior Aria.
El progreso de Hitler fue financiado considerablemente por la misma Fundación Rockefeller, actualmente construye una cámara acorazada de semillas para preservar muestras de cada semilla de nuestro planeta.
La misma Fundación Rockefeller creó la disciplina pseudo-científica de la biología molecular en su forzosa búsqueda de la reducción de la vida humana a “secuencias de genes definidores” que esperaban, podrían luego ser modificados para cambiar a voluntad las características humanas.
Los científicos de Hitler, muchos de los cuales fueron silenciosamente llevados a EE.UU. después de la Guerra para continuar con la investigación, crearon gran parte del trabajo en la que se basó la ingeniería genética de varias formas de vida, en gran parte apoyada abiertamente por el Tercer Reich y por generosas contribuciones de la Fundación Rockefeller.