Tratará de determinar si los servicios de inteligencia británicos del MI5, podrían haber impedido los ataques terroristas de 2005 que causaron 56 muertos y 700 heridos
Con cinco años de retraso, debido a las reticencias del Gobierno a una investigación independiente sobre los atentados del 7 de julio de 2005 en Londres, este lunes han dado comienzo en la capital británica los trabajos de la comisión reclamada por las víctimas de los ataques, en los que cuatro terroristas suicidas mataron a 56 personas e hirieron a otras 700.
La comisión de investigación deberá finalmente establecer si los servicios secretos del MI5 podían haber evitado los atentados o bien actuaron correctamente, como establecieron dos informes previos con los que el Gobierno de Tony Blair intentó zanjar en su día el asunto.
Con el paso de los años ha trascendido que el líder del grupo terrorista, Mohamed Sidique Khan, y otro de los suicidas habían estado en el ojo de mira del MI5, si bien esta central de inteligencia insiste en que sus nombres habían salido a resultas de investigaciones sobre otros complots en los que ambos aparecían muy en la periferia.
Algunos familiares de las víctimas creen que la “incompetencia” del MI5 permitió que Sidique Khan articulara el grupo que ejecutó el 7-J. De todos modos, pocos esperan que al término de los cinco meses de trabajos previstos haya un veredicto que cuestione el papel del Estado, dado que en el Reino Unido este tipo de comisiones de investigación acaba cerrando filas con el establishment.
Tras los atentados tres bombas en sendos convoyes del metro de diferentes líneas y una en un autobús el Ministerio de Interior aportó dos informes. Ambos repasaban la película de los hechos y exoneraban al MI5 de cualquier culpabilidad. Presionado por los familiares, el Gobierno de Gordon Brown aceptó no retrasar más la creación de una comisión independiente, pero impuso que, a diferencia de lo que normalmente ocurre en procesos judiciales para establecer la causa del fallecimiento de personas con muerte no natural, no se realizara ante un jurado ni fuera plenamente pública.
Así, a pesar de las quejas de los familiares de las víctimas, que venían reclamando una investigación pública, el veredicto será únicamente responsabilidad de la juez Heather Hallet, encargada de los trabajos, y éstos podrán ser llevados a cabo a puerta cerrada siempre que se estime necesario para la seguridad del Estado.
En la apertura de las sesiones, en las Reales Cortes de Justicia de Londres, los nombres de las 52 víctimas fueron leídos y se guardó luego un minuto de silencio. Luego, el abogado Hugo Keith, que actúa en nombre de las víctimas, destacó la magnitud de la tragedia vivida el 7-J.
“Las bombas explotaron entre gente inocente y desprevenida, mataron y mutilaron de forma indiscriminada a los pasajeros. No tuvieron en cuenta si las víctimas eran cristianas, musulmanas, seguidoras de cualquier otra gran religión o de ninguna”, declaró Keith.
En los cinco meses que dure la investigación serán interrogados más de 240 testigos y se estudiarán más de 4.000 documentos y 20.000 horas de vídeo.
ANIMACIÓN. Atentado múltiple en Londres 7-7 RIPPLE EFFECT. El Efecto ondulación. La verdad sobre el 7-J. Subtitulos Spanish
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